Tuesday 30 July 2013
Saturday 27 July 2013
Capitulo 1.
De nuevo estaba todo tirado, pero esta vez no pensaba recogerlo, o no. Saul ya tenía una edad como para que yo fuera detrás de él. Me acerqué a mi hijo para darle un pequeño beso en la cabeza antes de desearle las buenas noches. Mañana cumplía ya sus 5 añitos, era increíble lo rápido que crecen. Cerré la puerta con cuidado antes de entrar a la habitación de Anne, la cual parecía la de una princesa. Todo era rosa y azul, las cortinas de suave tela blanca y los cuadros llenos de figuras de príncipes y princesas. Me acerqué ella, la pequeña de la casa tan solo tenía 9 meses y era la niña más preciosa que existía en este mundo. Agarré la mantita y se la eché por encima antes de volver a salir haciendo el mínimo ruido posible. La casa estaba silenciosa. Los niños durmiendo, mi marido trabajando y yo sin nada que hacer. Decidí seguir empaquetando las cosas que quedaban en el trastero, no eran muchas pero aún así había que guardarlas antes de la mudanza. Estaba guardando unos cuantos libros cuando vi uno en concreto que me llamó la atención. Su tapa verde ya sucia estaba adornada con varias firmas. Llevé mi mirada hasta el título: Summer of 09. Sonreí al leerlo, todo empezó en ese verano, todo es gracias a él. Dejé el trastero tal y como estaba, todo desordenado, y me bajé al salón. Abrí la tapa del libro mientras me sentaba en el enorme sofá y allí estábamos, él y yo, el beso de despedida. Los minutos pasaron mientras yo seguía observando la foto.
-¿Mami? – escuché detrás mio esa dulce voz.
-Principe – dejé el libro a un lado y senté a Saul en mis piernas - ¿Por qué no estas durmiendo?
-No se – el pequeño apoyo la cabeza en mi hombro para luego susurrarme – Echo de menos a papá.
-Y yo cariño.. y yo.
Me zarandeé hacia adelante y hacia atrás mientras acariciaba la cabeza de Saul. Sabía lo mal que lo pasaba al no ver a su padre durante tanto tiempo seguido, él lo amaba y amaba pasar tiempo con su padre, y yo amaba verlos juntos. Pero eso solo ocurría cuando no trabajaba.
-¿Y por qué tu tampoco duermes?
-Estoy viendo una cosa – agarré de nuevo el libro y lo puse sobre las piernas de mi hijo – Son unos recuerdos de cuando era más pequeña.
-¿De cuando?
Saul empezó a recorrer la foto con los dedos y a trazar mi cara con la punta de este. Sonreí ligeramente.
-Del verano de 2009 – giré su cabeza para que me mirara - ¿Quieres que te cuente una historia?
Este asintió rápida y felizmente. Sonreí y cerré el libro, dejando ver la tapa con miles de firmas. Señalé todas y cada una de ellas mientras mi hijo seguía la ruta que hacía mi dedo. Llegué hasta el titulo y empecé a hacer círculos alrededor de él.-Aquí empieza la historia.
*
-¡CORRE PAU! ¡EL AVIÓN SALE EN UNA HORA!
Estaba desesperada dando vueltas por el pasillo de salida de casa de mi amiga. Llevaba algo así como media hora esperándola y nada, ella no aparecía, y el avión despegaba en tan solo una hora.-Ya voy, tranquila
-¿Tranquila? - me asomé por la esquina de la escalera - ¡No puedo estar tranquila!
Escuché la sonora carcajada de mi amiga desde arriba. Era imposible, siempre hacía todo en el último momento, y eso me desesperaba. Me senté en el penúltimo escalón a esperar, pero a los 5 minutos apareció Pau con sus maletas en la mano bajando las escaleras.
-Lista señora cagaprisas - acabó de bajar las escaleras y dejó las maletas de golpe en el suelo con una gran sonrisa - ¿Vamos?
-¡SI!
Cogí una de sus maletas saliendo rápidamente de su casa y la metí dentro del maletero del coche de mi madre para después meterme en la parte delantera de este. Lo mismo hizo Pau, pero se sentó en el trasero. Mi madre arrancó rápidamente hacia el aeropuerto.
-Por fin niñas, vuestras constantes súplicas se han hecho realidad. - se burló mi madre -Gracias a dios
- Si no tendrías que seguir aguantándolas hasta que lo consiguiera. - le dije
Mi madre rió animádamente.
-No andaría el esparadrapo muy lejos de mi mano.
Sonreí y me giré hacia la ventana para observar la gente que circulaba por las calles de la pequeña ciudad. Llevabamos soñando este verano toda la vida, sabía que iba a ser perfecto.
*
Saqué una de las fotos en la que salíamos Pau y yo en el aeropuerto. Nuestras caras eras más que felices, las dos estábamos sin poder creérnoslo.
-¿También fue la tita Pau?
Me reí mientras asentía. Desde pequeño le llamaba tita Pau, aunque no era mi hermana, pero casi. La quería, muchísimo, y eso en estos años no había cambiado.
-Tenia el pelo naranja – Saul pasó el dedo por el pelo de mi amiga - ¡Era una zanahoria!
-Sí, lo era – pasé la página. Una pequeña caseta de playa adornaba esta foto – Vamos a seguir con la historia.
Sinopsis.
Un verano puede cambiar la vida de miles de formas, como le pasó a Abie. Llevaba esperando este verano toda su vida y, por supuesto, le es imposible olvidarlo. Para ella, ese verano es increíble, inexplicable, algo único. Dio un salto en su vida por completo, pasando de ser una adolescente despreocupada a una total adulta, dejando atrás muchas cosas y llenando ese vacío con muchas otras. Tuvo que cambiar de mentalidad en meses, pasar por miles de risas y, a la vez, miles de dolores. Ahora el pequeño Saul quiere saber toda la historia que su madre vivió en ese verano del 2009. Rememorar un pasado que no solo marcó su vida desde entonces, sino la de su propio hijo. Y ella, encantada, está preparada para que él lo conozca.
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