Sunday 22 September 2013

Capitulo 12.





Los dos sofás rojos se encontraban cada uno en una esquina boca abajo, dejando un pequeño hueco entre el suelo y el respaldo donde se podía ver algo de comida y bebida allí metida. Los cojines estaban todos esparcidos por la sala, y las sillas y taburetes todos encima de la mesa. Me giré hacia Louis y Liam, los cuales se encontraban tirados en el suelo, Louis encima de Liam con un periódico en la mano, y luego hacia Harry, Niall y Zayn, que estaban sentados en las sillas de encima de la mesa.
- Prometedme que no acabáis de salir de un manicomio o algo por el estilo.
- Solo es un juego – me sonrió Niall - ¿Quieres probar?
- Un juego que consiste en remover todos los muebles de una sala y.. – miré de nuevo hacia Louis - ¿Pegaros con un periódico?
Todos se miraron entre ellos para luego asentir. Louis volvió a darle a Liam con el periódico en la cabeza mientras este se quejaba y los demás miraban y los animaban.
- Pero, ¿qué es esto?
Todos nos giramos hacia la puerta. Pau acababa de entrar y se encontraba parada revisando la sala por completo para luego fijar su vista en los chicos.
- Es un juego, ¿quieres probar? – dio de nuevo Niall
- ¿Cómo lo va a probar? – Liam se quitó a Louis de encima, levantándose rápidamente – Se puede hacer daño.
Recordé en lo que había hablado con mi madre unos minutos antes.
“Mamá, creo que no hace mucha falta controlar al chico.”
Sonreí y me fui a la cocina para luego volver con una escoba y un recogedor. Me acerqué a los chicos, que ya habían bajado todos de la mesa.
- Pues ya habéis pasado un buen rato – le coloque en el pecho la escoba a Zayn y el recogedor a Harry, ya que eran los dos que se encontraban en frente de mi – Os toca recoger todo.
*
Escuché a la pequeña    Anne llorar. Dejé el álbum tal y como estaba en el sofá mientras me encaminaba a la habitación de mi hija. No era usual en ella llorar, no a menos de que tuviera hambre. Pero eso, a estas hora, no era posible. Entré a la habitación encendiendo una de las luces y cargué en brazos a esta.
- ¿Qué ocurre princesa?
Anne se acurruco en mis brazos dejando de llorar poco a poco, pero los sollozos aun permanecían. Acaricié su cabecita suavemente. También extrañaba a su padre, aunque no lo pudiera decir, lo sabía. Me senté en la silla al lado de su cuna mientras tarareaba la canción que una vez Harry me enseño. Escuché como Anne se reía levemente mientras agarraba uno de mis dedos.
-¿También te gusta? – sonreí – Es preciosa, como tú.
Una gárgara salió de la boca de la pequeña como respuesta. Me quedé un rato más allí, tarareando una y otra vez la canción. Volví a dejar a Anne en la cuna cuando esta ya se durmió. Salí de la habitación y bajé, haciendo el mínimo ruido posible, hasta el salón. Recogí todo y apagué todas las luces para volver a subir hasta mi habitación, llevándome conmigo el álbum.
*
- ¿Seguros que ya está todo?
Habían estado casi una hora recogiendo todo el desastre que habían montado, y, por lo que podía ver, habían hecho un buen trabajo.
- Segurísimos – dijo Louis tirándose en el sofá junto a Harry – Y creo que no voy a volver a manchar nada en la vida.
- Yo tampoco hermano.
Negué y me coloqué apoyada en el respaldo del sofá con las miradas de estos dos sobre mi.
- No lo manchareis solo si no lo tenéis que limpiar vosotros después, vagos – les dije mientras les daba una pequeña colleja a cada uno.
*
Coloqué el álbum encima de la mesilla mientras apagaba la luz y me acomodaba dentro de las sábanas. Se notaba tan fría la cama. Me dolía que él no estuviera aquí, que ninguno de los dos estuviera conmigo. Hice un puño con la manta mientras escuchaba los pocos coches pasar. Me gustaba este lugar, a pesar de estar algo alejado del centro de la ciudad, pero era precioso. Además, aquí Saul tenía de todo para pasar los días sin aburrimiento alguno.
- A Harry le hubiera encantado – susurré.

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