*
-¿Dónde se han metido? – Niall estaba desesperado
buscándolos - ¡Tendrían que estar aquí!
-Niall – Liam agarró a su amigo por el hombro y señaló hacia
la barra de bebidas – Allí están.
-Id vosotros, yo tengo que hacer una llamada. – me giré para
alejarme un poco de la multitud mientras marcaba el número de mi madre.
No pasé mucho tiempo hablando con ella. Sencillamente la
llamé para que supiera que todo estaba bien y que la gente era encantadora, de
lo que ella más preocupada estaba. Colgué y me sentí algo vacía. Siempre he
estado unida a mi madre y cuando murió mi padre, hace ya 5 años, aún me uní más
a ella. Una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla. Yo amaba a mi padre y
perderle fue lo peor que me pudo pasar.
-¿Te encuentras bien? – una voz grave sonó a mis espaldas.
-Si – respondí con una sonrisa fingida para luego girarme.
Mi boca casi se deslizó hasta el suelo. Sus ojos verdes
resplandecían como esmeraldas bajo la luna, su pelo castaño revuelto me tentaba
a ir y acariciar cada rizo, su sonrisa, perfecta. Revisé su cuerpo y de nuevo
me encontré con una figura perfectamente marcada, como todos los demás. Era perfecto.
-¿Segura? – inclino levemente la cabeza hacia un lado – Se
te ve algo desanimada.
-Eh.. ah, si, estaba pensando – sonreí – Solo eso.
El chico de rulos sonrió de nuevo, dejando ver su perfecta
dentadura. Me fijé en sus hoyuelos, le daban un toque muy dulce.
-Soy Harry – se acercó para dejar un beso en cada mejilla
–Tu Abie, ¿cierto?
-¿Cómo todos sabéis mi nombre? – levanté una de mis cejas -
¿Y como sabes que yo soy Abie?
-Clara ha hablado mucho de vosotras – giró su cabeza hacia
atrás mirando a nuestros amigos – Y a Pau la acabo de conocer – de nuevo giró
su cabeza hacia mi para mirarme – Solo quedabas tu.
-Buena teoría – guardé el móvil en el bolso y me erguí -
¿Vamos?
Harry asintió para luego seguirme hasta juntarnos con los
demás. La noche pasó rápida entre cubata y cubata. Había perdido la cuenta de
cuantos llevaba, pero confiaba en el poco instinto que me quedaba después de
haber bebido tanto. O, mejor, confiaba en Clara, ya que ella no bebía.
*
-Pero mami, ¿beber no es malo?
-Para ti sí, y hasta los 18 lo será – sonreí a Saul mientras volvía a la foto de
los cinco chicos – Este chico de aquí es Louis – señalé al moreno con la lengua
fuera – Y este Harry – moví mi dedo para colocarlo justo encima del moreno con
rizos.
-¿Te gustaba Harry? – Saul giró la cabeza rápidamente para
mirarme con los ojos muy abiertos – Decías cosas muy buenas de él.
-Me encantaba – susurré levemente sin que él me pudiera oir
- ¿Sabes que papá y Harry eran grandes amigos?
-¿Si? ¿Y por qué papa no estaba aquí?
-Porque papá no era amigo de Niall – pasé un par de páginas
para dejar ver una nueva foto – La biblioteca y sus rampas, allí pasamos
momentos muy divertidos juntos.
-¿Cómo cual?
-Pues – miré de nuevo la foto y vi la pequeña fuente en el
centro de la plaza – Un día, Zayn iba con la bicicleta bajando todas las rampas
que encontraba, igual que Lou pero él con el skate. Sin darse cuenta bajaron
por la misma rampa y, al llegar abajo, chocaron y acabaron los dos dentro de la
fuente, empapados.
Saul abrió los ojos de par en par y una suave risa se escapó
de su boca. Se tapó esta con las manos y miró de nuevo la foto. Quitó las manos
y me miró de nuevo.
-Que tontos – y entonces estalló en carcajadas.
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